Enfrentarnos a un escrito con una lectura analítica es un buen método para comprender los textos, sin embargo, a veces no es necesario aplicar tanto esfuerzo o destreza para realizar un buen ejercicio de lectura. Lo que sí hay que tener presente ante cualquier escrito son las preguntas inferenciales, tales como ¿Cuál es el objetivo del autor? o ¿qué medios utiliza para argumentar su tesis?, es decir este tipo de planteamientos se hacen importantes a la hora de leer una información determinada, incluso aquellas revistas y periódicos a los que estamos acostumbrados a leer.
Todos los días nos vemos en la necesidad de conocer qué pasa en el mundo, qué situaciones han cambiado, con el único objetivo de comprender el lugar que habitamos; y además desde mi caso me encantaría estar en cada lugar de los hechos, saber con detalles que ocurre en todos los rincones del planeta, pero tengo que reconocer que en este momento estoy muy limitado para tal tarea, así que por esa razón siempre me baso en las investigaciones que se depositan en los noticieros o los reportajes que transmiten los periodistas, quienes intentan reflejar la realidad tal y como se vive, una tarea nada fácil si sabemos, que una mente humana no es del todo transparente.
Por ello, al envolvernos en cualquier historia elaborada por medio de una crónica, lo primero que debemos saber de antemano es quien la escribió y tener desarrollados unos conocimientos básicos sobre la manera en que actúa la mente del reportero, y para eso tenemos que formularnos una serie de interrogantes:
¿Qué quiere demostrar el autor? es decir, qué es lo que desea probar, qué tema defiende y tras habernos preguntado esto, debemos reconocer a qué público va dirigido el artículo a ¿quién intenta convencer? ¿Está escrito para todo el mundo, o solo para una clase en especial? ya que de ella depende muchas veces que la persona quiera leer o no.
Además debemos respondernos ¿Qué opinión cree el autor que debemos manejar? pues muchos de ellos escriben para personas que piensen similar y si la lectura no posee un juicio del agrado al lector es posible que no le interese lo que éste está sugiriendo.
Es necesario también que tengamos presente la manera de escribir del autor ¿Qué palabras especiales utiliza ?, éstas deben de provocar una respuesta clara a la par con la actualidad de este siglo XXI. Por supuesto debemos tener claro, que hacerse estas preguntas no son normas inquebrantables al momento de leer un suceso en tiempo presente, pero si es preciso tener un buen criterio antes de sentarse y echar una ojeada a la lectura; pues debemos como lectores tener mucho cuidado con lo que leemos y de qué manera lo entendemos.
Columnista: Sebastián López Alzate