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Karim Benzema, la figura incomprendida


Por lo general cada vez que he tenido la posibilidad de conversar con familiares y amigos sobre la actualidad del fútbol europeo, especialmente con los diferentes resultados que se presentan en las ligas más competitivas. Ha surgido en una de esas múltiples charlas futboleras en definir, argumentar y analizar el tema de quién es el mejor atacante, centrodelantero o goleador de la presente temporada. 

Donde en esa larga lista de cracks, aparecen nombres importantes como Robert Lewandowski, Mohamed Salah, Gabriel Jesus, Romelu Lukaku, Luis Suarez Lautaro Martínez, Erling Haaland, Aubameyang, Gerard Moreno, Harry Kane, Álvaro Morata, Ciro Immobile o también jugadores que por sus grandes cualidades técnicas y físicas pueden desempeñar su juego en los últimos 30 metros del arco rival sean como extremos, enganches, carrileros o en la famosa posición del falso 9.

Llevándose todo el protagonismo en este caso los admirados, idolatrados y respetados de Messi, Cristiano Ronaldo, Neymar, Kylian Mbappé, Sadio Mané y hasta el mismo Lucho Diaz al ser nuestro compatriota del momento que está dando de qué hablar en la Premier League, FA CUP y la Champions con la camiseta del Liverpool.

Pero hay un futbolista en especial, que en los últimos años y en la actualidad no ha sido muy bien visto, valorado y apoyado más allá del famoso escándalo de chantaje sexual que tuvo en el 2015 con la Selección Francesa cuando fue compañero del volante Mathieu Valbuena, precisamente del que estoy hablando es nada más y nada menos que la estrella del Real Madrid Karim Benzema, un “héroe sin capa” que ha convertido hasta el momento  39 goles en la misma cantidad de partidos en todas las competiciones con la escuadra “merengue”.

Especialmente porque Benzema es un perfecto artista en los elementos de iniciar, conducir, asociar, desequilibrar, rematar y definir de pelota quieta o balones en movimiento. Gracias a las cualidades individuales que posee como el control orientado, el pase preciso, el cabezazo, el manejo del balón en velocidad usando sus dos piernas y el tener una inteligencia mental para las segundas jugadas en llegar librea a las “5 con 50” al arrastrar marcas de sus demás adversarios. Que hasta el mismo técnico italiano de la talla y relevancia de Fabio Capello que dirigió en el pasado a la “Casablanca”, la Juventus, el Milán y el equipo nacional de Inglaterra lo comparo con la leyenda del argentino Alfredo Di Stéfano que fue el mejor del mundo en la década de los 50 al mismo nivel del brasileño Pele.

Por esas razones es que personalmente le doy una calificación de excelencia de acuerdo con su talento, sus goles, su liderazgo y el espíritu solidario que pone siempre al servicio del equipo y que hoy lo convierte en un serio candidato a ganar el premio del balón de oro.

Columnista: Sebastián López Alzate

Deportes

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