El significado de la palabra deforestación es entendida en términos generales como un proceso de degradación de los ecosistemas a causa de la actividad antrópica, y consiste en remover la cubierta vegetal de un determinado espacio biogeográfico. Teniendo en cuenta por ejemplo que Colombia es un país consistentemente biodiverso con un compuesto heterogéneo de ecosistemas naturales, prevaleciendo los bosques en mayor extensión, siendo estos, los que mayor tasas de deforestación presentan.
Precisamente las principales causas de la deforestación en el territorio, es la expansión de la frontera agrícola, el aumento del acaparamiento de tierras, ganadería extensiva, expansión en áreas protegidas, tala ilegal de árboles, extracción ilícita de minerales y cultivos de uso ilícito.
Para dar contexto a la magnitud de la deforestación, es necesario detallar las estadísticas y las matemáticas que hay detrás de esas cifras. Según los datos que encontramos en la página web Global Forest Watch en el mundo, desde el 2001 hasta el 2020, se registró una pérdida de la cobertura arbórea de 411 mega hectáreas, equivalentes a deforestar dos veces la superficie de México en tan solo 19 años, notándose una tendencia hacia la depredación de los recursos forestales.
Además en nuestra nación el panorama no es muy diferente. De acuerdo con la información del Sistema de Monitoreo de Bosques y Carbono del IDEAM, los registros y los análisis satelitales muestran que el país tiene extensos polígonos de deforestación. Para el año 2020 se deforestó 161.768 hectáreas, un hecho que puede causar la desaparición completa de toda la cobertura vegetal de los municipios de Teorama y Convención localizados en Norte de Santander para dar una ilustración gráfica al problema tan grande que se está viviendo en la actualidad.
Por otra parte en los mismos estudios que se han realizado, las instituciones ambientales nos muestran que en el primer trimestre del año 2021, se encontraron 8 núcleos de deforestación, el 70% de esta situación se presenta en los departamentos del Guaviare, Meta, Caquetá, Putumayo y Antioquia, siendo la región amazónica la más afectada. Lo preocupante de la situación es que es precisamente en la región del Amazonas donde se concentra el 65% de los bosques de Colombia, es decir, más de la mitad de este patrimonio natural.
Finalmente, para el biólogo Juan Armando Sánchez considera que el cambio de gobierno que se dará en 2022 impone el reto de que el nuevo mandatario le dé continuidad al compromiso de velar por la protección de los recursos naturales o, de lo contrario, la meta de proteger el 30 % del área ambiental podría estar sobre la cuerda floja.
Columnista: Sebastián López Alzate