Hay futbolistas que desafían las barreras de las estadísticas y van más allá. Que aparecen a veces de a poco y otras en un paso fugaz, pero siempre, y casi de la nada, pasan de ser completos desconocidos a estrellas del fútbol mundial. En ese gran catálogo de deportistas que en tiempo récord se manifiestan y se transforman en figuras, aparece el nombre de un noruego que rompe redes con una facilidad asombrosa.
Erling Haaland nació un 21 de julio del año 2000 en Inglaterra, cuando su padre jugaba en el Leeds United, pero a muy temprana edad se fue a vivir a Bryne, la ciudad natal de sus progenitores, en Noruega. Hijo de Alf-Inge, un defensor con larga trayectoria en la Premier League, y de una madre campeona de heptatlón, desde pequeño mostró su pasión por la redonda, aunque también se mostraba interesado en practicar otros deportes, como handball, atletismo y hasta golf.
Tiempo después Haaland debutó con apenas 15 años como profesional en el Bryne FK, el club de la ciudad, en segunda división. Luego su carrera siguió en el Molde FK, también de su país, en 2017, y en su estreno se anotó con un gol, donde ese instante fue un presagio de lo que vendría en el futuro. Recordando que en el Molde tuvo de entrenador a Ole Gunnar Solksjaer, un ídolo del fútbol noruego, quien supo compararlo con el belga Romelu Lukaku. Sin embargo, Erling tiene de ídolos a Zlatan Ibrahimovic y el portugués Cristiano Ronaldo.
Su capacidad goleadora lo llevó a emigrar a Austria. El Red Bull Salzburgo puso los ojos en él, y Haaland empezó a pulverizar todos los registros: allí, cosechó más goles que partidos jugados. El equipo austríaco le dio alas, fue campeón y los grandes de Europa comenzaron a sondearlo. El golpe de gracia fue el día que hizo ¡9! goles en un partido, en el Mundial Sub 20 de 2019 en Polonia, ante Honduras. El encuentro terminó en paliza: 12-0 a favor de Noruega.
Pese a que sonó en la Juventus, terminó fichando con el Borussia Dortmund alemán, uno de los grandes de ese país, por 21 millones de euros. Allí, siguió agigantando su naciente leyenda con números escalofriantes. En su debut, ingresó en el segundo tiempo y marcó un triplete en apenas 23 minutos. Al partido siguiente, también entrando desde el banco, se lució con dos más.
Lo increíble es que, con apenas 19 años, Erling se ganó un lugar, se transformó en la figura del equipo, se consagró a nivel europeo y también en un referente, pese a su juventud, de la Selección mayor de su país. Unos acontecimientos que provocaron a que cada fin de semana las suculentas ofertas de gigantes del “Viejo Continente” seguían rondando en su cabeza, hasta que un día ya no dio para más: cuando el 10 de mayo del 2022, el Manchester City, el último club de su padre, anunció el acuerdo para su contratación.
El pase del delantero, con apenas 21 años, al elenco de Pep Guardiola, sacudió el mercado europeo y abrió nuevas expectativas en el fútbol inglés. De un jugador que está destinado a escribir una historia de la grande, Erling Haaland, el androide del gol, el del festejo particular y la bestia noruega del gol, aún tiene muchos capítulos por escribir y estadísticas por romper.
Columnista: Sebastián López Alzate
